MODIFICACIÓN DE CONDUCTAS EN VITORIA-GASTEIZ

Pasear tranquilo por Vitoria con tu perro no es un milagro,
es un método

Imagina pasear con tu perro sin tensión, sin tirones y sin preocuparte por lo que pueda pasar.

Cuéntame tu caso

Volverás a disfrutar de tu perro en Vitoria.
De paseos tranquilos, de su compañía en casa, de saber que te escucha… y responde.

Tu perro no es un problema.
Y tú tampoco lo estás haciendo mal.
Lo que pasa es que nadie te ha enseñado a entender lo que necesita.

Ni cómo piensa.

Ni por qué reacciona como reacciona.

Esto no va de autoridad, ni de castigos, ni de repetir órdenes como un sargento.

Va de comunicación.

Y si no os estáis entendiendo, no es culpa tuya. Es que nadie te ha enseñado cómo hacerlo.
Por eso lo que necesitas no es mano dura.
Es otro enfoque.

Un método de 6 sesiones para cambiarlo todo

Aquí no vienes a ver si “suena la flauta”.

Vienes a seguir una formación cerrada de 6 sesiones, donde cada paso tiene un porqué.

Sesión a sesión, vamos colocando piezas en su sitio:

Corregir a un perro en Vitoria
Ver al perro con ojos nuevos

Analizamos su comportamiento y detectamos qué le pasa de verdad. Nada de suposiciones ni etiquetas.

Corregir lo que está fallando

Aplicamos ejercicios y estrategias adaptadas a su caso. Empiezas a ver cambios desde los primeros días.

Afianzar y hacerlo tuyo

Te enseño cómo mantener los resultados sin depender de mí. Me preguntas todo lo que necesites.

Tu y tu perro

Esto va de ti, de él, y de lo que os está fallando ahora mismo.

Semana tras semana

Cada semana trabajamos un bloque concreto y te llevas tareas claras para casa.

Todas las dudas resueltas

No te dejo tirado entre sesiones. Me tienes para dudas, ajustes, correcciones.

Esto es lo que vas a notar cuando terminemos las sesiones

Podrás salir a pasear sin pensar en evitar otros perros, niños, bicis o coches.
Tu perro caminará contigo, no contra ti.
Volverás a disfrutar del paseo, sin miedo, sin tensión, sin vergüenza.
Empezarás a entender sus señales. Sabrás qué necesita y cómo responder.
Y él también te entenderá a ti. No porque “te obedezca”, sino porque confía.
En casa, todo se relaja. Menos gritos, menos correcciones, más convivencia.
Y sobre todo: vuelves a tener esa relación con tu perro que creías que no era posible.

Lo que cuentan de esta formación

Muchos adiestradores llenan su web con estrellitas de Google.
Y sí, yo también tengo unas cuantas. Te las dejo por aquí abajo:

Pero lo que te quiero contar no va de estrellas. Va de Shiro.

Shiro era un perro con reactividad a otros perros.
Cada vez que veía uno en la calle, se ponía tenso, ladraba, se tiraba a morder y a veces lo lograba. En ese orden.

A primera vista, sus dueños pensaban que tenían un perro agresivo.
Que tenían “un perro malo”.
Que era dominante, terco, imposible de controlar.

Pero la verdad era otra.

Shiro no era agresivo.
Era inseguro.
Y cada vez que se ponía así, lo único que pedía (a su manera) era ayuda.

Sesión tras sesión, fuimos desmontando el problema.
No con gritos, no con castigos.
Sino con comprensión, estructura y trabajo constante.
Y también, cambiando la mirada de sus dueños.

Hoy Shiro sigue siendo el mismo perro.
Pero ya no necesita ladrar a todo lo que se mueve.
Y sus dueños, por fin, lo entienden.

Esa es la diferencia.
No un perro perfecto. Sino una convivencia real, tranquila y basada en el vínculo.

Pero claro, necesitamos unos requisitos

Esta formación NO es para ti si buscas una varita mágica.
Si quieres que en dos días tu perro se transforme sin hacer nada.
O si solo estás dispuesto a dedicarle media hora suelta cuando te acuerdes.

Porque esto no va solo de tu perro.
Va de ti también.
De cómo lo guías, de cuánto te implicas y de si estás dispuesto a aplicar lo que aprendes, dentro y fuera de las sesiones.

Yo te voy a dar un método. Herramientas. Seguimiento.
Pero si no haces tu parte, esto no funciona.

Así que mejor saberlo ahora:
si no tienes tiempo o no estás dispuesto a ponerlo en práctica, este servicio no es para ti.

Si estás dispuesto a poner de tu parte, este es el trato

Hablemos. Sin compromiso.

Me escribes. Me llamas. Me cuentas qué os pasa.
Y si veo que puedo ayudarte y encajas con la formación, empezamos.

Ni más, ni menos.

Te llamo Álvaro

Scroll al inicio